miércoles, 29 de septiembre de 2010

La birria de niña

Es lo que tiene la genética oyes.

Resulta que pertenezco a la generación de los 80 y los niños de esta generación practicamente vivíamos en la calle. Cuando eres pequeña eres felíz.Tus únicas preocupaciones son si te elimaban jugando al quema o si, por el contrario, el que contaba corría más que tu jugando al escondite.Pero la primera vez que pones los pies en el suelo es cuando alguien te dice " fideo", entonces es cuando observas el cuerpo de tus amigas y ves que el de ellas es normal y tu eres excesivamente flaca.Pero al fin y al cabo eres una niña y no le das la importancia porque, nadie es perfecto, y siempre encuentras otra imperfección en los demás para contestarte y poner en su lugar a cualquiera.

Seguido a eso está tu madre, obsesionada con que tu peso no es el que debería ser, aún poniendo el mayor de sus empeños para alimentarte como es debido.Eso te lleva a visitar la consulta del pediatra más veces de las necesáreas.Llega el día que observas que pone cara de "otra vez por aquí por Dios Santo" y estás harta de que cada vez que vaya te mande una análítica, y miles de pruebas que ya te han hecho anteriormente.

Llega el día que te plantas y le dices a tu madre: "Si quieres médico vas tú".

Pasas a estudiar al instituto y observas que en tu clase siempre está el chulo de turno que no tiene otra cosa que hacer que meterse con todo sombra que pase por su lado, pero llega el día que indirectamente tu venganza culmina, ese día en el que el profesor de gimnasia te pone a saltar vallas y una, con cual patas de avestruz veloz, las salta todas sin problema, recibiendo la consagrada felicitación que hace que el alter ego se te suba a las nubes; Llega el momento del chulo de turno, que con gran dificultad intenta saltarla hasta que se engancha con una y se lleva " el topetazo" de su vida.

Va pasando el tiempo y la gente sigue creyendo que puede opinar todo lo que le parece sobre ti, no sólo eso sino que se atreven a hacer suposiciones sólo con mirarte: "A ver si comes más, que estás muy delgada"..¿Chiquilla cómo haces para estar así?¿Has ido al médico? Pues sí señora, seguro que puedo entrar en el libro giness...Y entonces es cuando te dan ganas de decirles ¿pero a ver estáis sentadas a la mesa conmigo para saber lo que como? ¿Me has visto una vez y crees que tienes el derecho a opinar sobre mi figura? Pero no, normalmente coges y te muerdes la lengua, te callas y te resignas, porque si encima hablas y le dices de todo te llaman borde.

Otro problema llega cuando tu novio que lleva no sé cuántos años saliendo contigo te pregunta.¿Y tu por qué nunca te pones falda? Lo miras con cara de asesina y le dices:¡A ver bonico tu me has mirao alguna vez o te has quedao siempre en las tetas! y para arreglarlo te suelta: ¡Pues no las tienes tan flacas, a mi me gustan! ahí es cuando decides darle una oportunidad y te pones una, pero el problema es cuando llega alguna tía y empieza con algún comentario y todo se convierte en un puñetero círculo vicioso.

Dada la situación decides ir al gimnasio, eso hice el lunes, fui a probar.El monitor me dijo que iba a empezar flojo para que no me salieran agujetas.y ando así:


¡Con unas agujetas trenendas en las piernas!
¡No quiero ni pensar cuando me mande ejercicios fuertes!

PD: ¡¡La que me diga que suerte tengo la excomulgo del blog!! ¡Hombre ya!


3 comentarios:

Marga Esteban dijo...

Sonia, te he encontrado a través de Alma. Me encanta tu blog, es muy fresco....y de birria nada, seguro que das una envidia que pa qué...una vez fui al gimnasio a probar y quedé tan crujido que me pesaba hasta la sábana, así que , sin abusar, eh???? Un abrazo y encantada de haberte encontrado...

Sonia dijo...

Hola.
Uff mi blog es muy normalito, la verdad que me cuesta mucho escribir.me pasaré por tu casita a ver el tuyo.un saludo

M dijo...

Como ex-acomplejada por mi cuerpo te puedo decir que te entiendo. Da igual si es por la forma de tus piernas, de tu tripa, tus brazos o tus dientes: si no te gusta tu cuerpo, no te gusta. Aunque es una pena, porque al fin y al cabo es el único que tienes. Así que aprovecha que te has apuntado al gimnasio para dedicarte a querer un poquito esas partes que menos te gustan :) Un beso!