domingo, 19 de octubre de 2014

Érase una vez

Érase una vez una princesa que andaba perdida del mundo bloguero La princesa lo tenía casi todo. Le faltaba volver a tener una oportunidad en el trabajo que siempre le había gustado y para lo que había estudiado. 
Como trabajar con pequeños príncipes y princesas estaba muy complicado, gracias a los recortes del gran dragón malvado llamado gobierno, la princesa investigó e investigó,descubriendo que como ella pertenecía también a otra bolsa de trabajo llamada "Primaria", lo mismo podía cambiarse y volver a tener otra oportunidad. La princesa tenía mucho miedo, por si la jugada le salía mal y la sacaban de la bolsa, pero se arriesgó, porque trabajar con los pequeños príncipes y princesas iba a estar complicado otro año más. Mientras tanto la princesa se pasó el verano trabajando en otra cosa, donde tenía un horario un poco malo, y donde tenía que trabajar fines de semana, viendo como los jefes iban a lo suyo y siempre sus conveniencias estaban antes que las suyas.
Llegó el mes de septiembre y la princesa contaba los días para que saliera un enlace llamado "bolsa de trabajo".

El día que la princesa abrió el famoso enlace se puso muy nerviosa, por arte de magia, todo le había salido bien, y no sólo eso, si no que estaba cerca, muy cerca de volver a trabajar en lo que le gustaba y para lo que había estudiado.
El día 11 de septiembre una señora hada, llamó a la princesa para ofrecerle un puesto de 6 meses. La única pega y por la que la princesa se puso un poco triste era porque tenía que separarse de su amado príncipe, el trabajo era en otra provincia, pero luego pensó que no sería tan malo, porque todos los fines de semana podrían volver a reunirse en su hermoso castillo.
Al principio la princesa tenía un poco de miedo. Nunca había trabajado con príncipes y princesas medianos y se hacía miles de preguntas de si lo haría bien o no.
Tras un mes de probar cosas, la princesa está encantada con sus príncipes y princesas medianos, se ha adaptado a ellos, sabe cómo trabajar con ellos, lo que funciona y lo que no, y aunque no es igual que trabajar con pequeños príncipes y princesas, todos los días agradece haber sido tan valiente y haber arriesgado para tener lo que siempre ha querido.