sábado, 13 de diciembre de 2014

Cotilleos al sol.

El viernes yo me puse mis pantalones vaqueros y mis zapatillas, esas que imitan a las converse, dispuesta a recorrer un largo camino hacia el pabellón deportivo donde mis alumnos iban a tirarse un buen rato haciendo ejercicios acrobáticos.
Al llegar al centro, el jefe de estudios me encasqueta un papelito. Estos papelitos, los da a los maestros que tienen libre y cubren a otros compañeros por cualquier circunstancia.Lo miro con cara de poker y le digo.
- ¡¡¡Qué yo me voy al pabellón!!!
-Ya no.
- Falta tu compañera de 5º y no hay nadie más que pueda cubrirla.Así que vas a tener que quedarte.
Porque, esta es la educación de calidad que tenemos en Andalucía, no nos cubren las bajas y llega un momento, donde tus alumnos tienen que salir del centro con un maestro en vez de dos, porque una clase no se va a quedar sin maestro durante 3 horas.
A última hora me tocaba quedarme con el otro 6º ya que el maestro de educación física se había llevado a mis alumnos al pabellón.
Bajamos al patio, les doy la llave de los materiales y les digo que cojan lo que les apetezca para jugar.
Yo mientras cojo una minisilla de infantil y me siento al sol en un punto estratégico donde los puedo vigilar a todos.
Estoy concentrada corrigiendo exámenes cuando se me acercan dos de las alumnas.
Aclarar que a ellas las conozco más o menos porque les doy matemáticas.
-Maestra, según tu criterio, ¿Cuál es el niño más guapo de tu clase?- Digo D. sin duda.
-Ves, te dije que la maestra iba a decir que era D.-Maestra, es que no se cree que yo ya te había hecho esa pregunta y tú me habías contestado que D.
-Pues a nosotras no nos parece D tan guapo.
-Pero que en mi clase hay niños muy guapos, mira P o L...
- P de tu clase quiere a L de la nuestra.
-En ese momento se acerca L con sus grandes ojos verdes. No me extraña que mi P esté enamorado de ella, si es que es preciosa.
L interviene.¿Por qué le contáis esas cosas a la maestra? Maestra que P me quiere a mí pero yo no lo quiero a él.
-Porque la maestra es muy buena y no va a decir nada.
- Maestra pues si no dices nada te contamos quien quiere a quien de la clase.¡No se lo digas a nuestro maestro, eh!
- Poco a poco empiezan a acercarse todas y cada una de las otras niñas al escuchar su nombre, de pronto me veo rodeada de 12 adolescentes con las hormonas por las nubes.
Entre risas y cachondeo me voy enterando de todos, toditos, todos los entresijos amorosos de mis niños de sexto.