jueves, 18 de noviembre de 2010

Desde la cinta lo miraba de reojo.
Su cuerpo no se movía como el mío, no tenía tanto ritmo, no corría como el viento.
Su cara lo decía todo,era un gran sacrificio el que estaba haciendo, pero era un esfuerzo que tenía que hacer, algo irremediable, algo que tal vez no haya sido decisión suya, pero que marcará su futuro para siempre.
Las gotas de sudor recorrían su rostro,su mirada tímida chocó con la mía, yo le sonreía y le decía con la mirada tu puedes,¡mucho ánimo! ya queda menos.
No lo conocía, no sabía que circunstancias le habían llevado a estar así, a tener ese cuerpo.Sólo sabía que estaba en el mejor lugar, que cada paso que daba era una palmada de alegría para su corazón, que cada milímetro que recorría era un rayo de esperanza para vivir más y mejor y que cada paso que avanzaba era una adiós a problemas futuros.
Por eso espero continuar corriendo a tu lado mucho tiempo, ver como cada gota de sudor se converte en un hilo de esperanza y observar como vas reduciendo tu peso hasta volver a ser un niño normal,un niño como otro cualquiera, un niño sin problemas de sobrepeso.

PD:Dedicado a ese pequeñajo del gimnasio que me toca la fibra sensible cada vez que lo veo.

5 comentarios:

M dijo...

Pues desde aquí le mando muchos ánimos yo también!! Un beso :)

Nuria dijo...

Qué bonita entrada y qué bonita dedicatoria.
Un beso

Elena dijo...

:D

Loren dijo...

mmmm la fibra sensible... como mola que te la toquen de vez en cuando aunque sea con una simplemirada.

Marga Esteban dijo...

Qué post tan mono, me recuerda a mi hace dos meses cuando empecé con la bici estática cada mañana antes de la ducha, ahora me tendrías que ver , voy A TOPE y me va fenomenal!!!!!. El sobre peso es horrible y anti natural en los niños...