miércoles, 25 de agosto de 2010

Opoamiga

Una llamada de teléfono.

Un tímido saludo.

Una mesa con dos cafés humeantes.

Así ha sido el comienzo de lo que, puedo preveer, va a ser una nueva amistad.

La casualidad ha querido que una chica de aquí acuda al mismo preparador que yo.

La conversación ha girado entorno a nuestro imprevisible futuro, las experiencias pasadas y todo lo que nos va a deparar este largo y duro año.

Muchas preguntas por resolver, dudas por aclarar volaban a nuestro alrededor, hasta que el tiempo, dueño absoluto de nuestras vidas, ha decidido que era suficiente por hoy.

No sé si la llegaré a conocer, si podré llamarla amiga, pero lo que sé con certeza es que será una de las personas que mejor me comprenda este año.




2 comentarios:

MFe dijo...

Charlas de cosas en común, están aseguradas...

Un besote!

Elena dijo...

Evidentemente será un gran apoyo. Además que ya sabes que nos tienes por aquí ;)